Relatado por la novia:
Desde temprana edad, nuestras familias nos enseñaron la importancia de servir y ayudar a los demás. Nunca imaginamos que este camino nos llevaría a encontrarnos y comenzar nuestra propia historia juntos.
Nuestro primer encuentro fue en el año 2014, cuando ambos formábamos parte de un grupo de ayuda comunitaria. Fue en ese momento en que nuestros caminos se cruzaron, y desde el primer instante en que lo vi, supe que había algo especial en él. Sin embargo, no fue hasta el año siguiente, durante un viaje a El Salvador, que tuvimos la oportunidad de conocer más sobre nuestras vidas, nuestros sueños y nuestras aspiraciones.
Fue en ese viaje donde nuestra amistad se transformó en algo más profundo. Descubrimos una conexión única entre nosotros, compartiendo risas, conversaciones y momentos inolvidables. A partir de ese momento, nos convertimos en algo más que colegas y amigos. Comenzamos a construir una relación basada en el cariño, la confianza y el amor mutuo.
Desde entonces, hemos seguido creciendo juntos, con cada paso que damos, sé que hemos encontrado a nuestro compañero de vida en el otro, formando juntos un equipo fuerte, superando desafíos y celebrando los logros de cada uno.Nuestra historia ha sido una aventura llena de momentos especiales y memorables, y me emociona saber que este sea solo el comienzo de nuestra vida juntos el cual marca un nuevo capítulo en nuestra vida, uno lleno de promesas y compromisos mutuos.
Estoy emocionada por lo que el futuro nos depara y agradecida por tener a mi lado al amor de mi vida, y también por tener a personas como tú que harán parte de esta historia. Gracias por acompañarnos en este día tan especial y por ser testigo del amor que nos une.
Después de seis maravillosos años compartiendo mi vida con la mujer que amo, finalmente tomé la decisión de pedirle su mano en matrimonio. Todo fue meticulosamente planeado y sincronizado para que este momento tan especial ocurriera durante nuestro viaje a Medellín el año pasado. Fue una semana extraordinaria llena de nuevas experiencias y momentos inolvidables.
Cuando llegó el tan esperado día, se convirtió en una jornada única, ya que Carolina decidió aventurarse por primera vez en un parapente. Aquella tarde, la tensión comenzó a invadirme mientras nos dirigíamos hacia el restaurante El Cielo en Medellín, donde teníamos reservada una cena romántica. Desde el momento en que entramos al lugar, mis nervios se incrementaron (y con justa razón). Mi corazón latía con fuerza mientras ocultaba el anillo, deseando fervientemente que todo saliera perfecto.
Es fascinante recordar cómo Caro notaba mi evidente nerviosismo, ya que no podía dejar de tomar vino para tranquilizarse. Pasamos una noche increíble, llena de risas y complicidad, disfrutando de cada momento juntos. Después de una velada inolvidable, llegó el momento crucial en el que me arrodillé y pronuncié las palabras mágicas. Y como seguramente ya se imaginan, su respuesta fue la que esperaba. ¡Estamos a punto de celebrar nuestra boda!
Este viaje a Medellín siempre quedará grabado en nuestra memoria como una experiencia trascendental en nuestra historia de amor. Cada detalle planeado con esmero, desde el parapente hasta la cena en ese restaurante tan especial, contribuyó a que este momento fuera inolvidable. Ahora, con el compromiso sellado y la emoción palpable en el aire, nos adentramos en una nueva etapa de nuestras vidas. Estamos emocionados en este proceso de planificar nuestra boda, uniendo nuestros destinos y familias de manera oficial y para siempre.